lunes, 25 de marzo de 2013

Mirando una porción


Recuerdo una escena del colegio que me pichó bastante: yo estaba en noveno grado y faltaban relativamente pocas semanas para que terminara el año escolar. La vicedirectora se acercó a mi curso para darnos una charla acerca de las opciones que teníamos para el bachillerato: nos presentó cuatro, las cuatro disponibles en ese colegio.

En mi ingenuidad (tenía quince años ya, pero no necesariamente era astuta), yo dije: «Bueno, voy a seguir Ciencias Sociales porque es lo único que más o menos me interesa», y así fue. Ya a mitad del bachillerato, me había enterado de las otras opciones que había, y estaba relativamente conforme con mi decisión ...hasta que un día escuché de cierto bachillerato que me parecía el más adecuado para mí y que, si hubiese conocido su existencia cuando estaba en noveno grado, definitivamente habría seguido. Pero en ese momento ya era bastante tarde como para empezar de vuelta, por lo cual me tuve que fumar el resto de un bachillerato que no me satisfacía hasta que terminé el colegio.

Ya sé que podía haber sido más lista y averiguar por mi cuenta las diferentes alternativas y que esa falta de ingenio de mi parte no se justifica con nada. También sé que el bachillerato que una hizo no es limitante, que una se puede dedicar a lo que le gusta después sin ningún problema (en eso estoy) y que a lo mejor me estoy tomando todo esto demasiado a pecho.

Pero, de todos modos, me vuelve a veces esa frustración porque no toda la culpa fue mía: quienes debían informarme me brindaron una información incompleta (por un motivo de conveniencia, claro está). No me mostraron todas las posibilidades y yo tuve que decidir «lo menos peor» para zafarme de la situación.

Recordé esto como una asociación que hice en un instante entre las opciones que me presentaron para el bachillerato y los recientes debates de presidenciables, con solo cuatro candidatos determinados por posiciones en las encuestas. Si bien es responsabilidad -y astucia- ciudadana informarnos por nuestra cuenta de las opciones, es también bastante oscuro que los medios solo presenten una parte de las alternativas.