Yo sé que hay, y conozco incluso, a empresarios, emprendedores, gerentes de empresas, y exitosos varios, que no encajan en este perfil, pero que no dicen nada al respecto por miedo a perder clientes o prestigio ante un público prejuicioso.
El problema no es con esta gente que comparte su forma de pensar, sino con la gente diferente que no lo hace. Es muy agotador ver que todas las personas "respetadas" sean iguales, y no ver nadie como uno con quien identificarse, en quien inspirarse y a quien tomar como modelo.
Yo quiero verme representada, quiero que la gente vea que no existe una única forma de ser "buena persona". Quiero que estas personas dejen de intentar protegerse y que aprovechen sus puestos de influencia para demostrarle al público que se puede ser diferente y "buena persona" al mismo tiempo. Que abran el camino a otras personas más jóvenes para que no tengan miedo a perder sus trabajos o emprender algo por ser quienes son. Que no sientan que tienen que mentirle a la sociedad para ser algo en la vida.
Algo que aprendí del paraguayo promedio es que puede no tener idea de lo que es la diversidad, pero un día se le da la oportunidad de hablar cinco minutos con alguien diferente y su perspectiva cambia. Nuestra sociedad tiene mucho que aprender, y es muy capaz de aprender, y las personas con más poder e influencia tienen la obligación de empujar las barreras tanto como las que tienen que batallar desde abajo. Al principio cuesta, pero la recompensa de un ambiente más respetuoso después vale la pena, completamente.