sábado, 24 de julio de 2010

Mueran las solteras

Sé que ya mencioné el tema del matrimonio en la entrada Tu propio árbol genealógico, pero hoy voy a restringir el tema un poco más y me dedicaré a explicar solamente cómo le va a uno de los grupos afectados: el grupo de las mujeres.

Me sirve de ejemplo una conocida, un año mayor que yo, con quien discutí no hace mucho el tema. Todo comenzó cuando mencioné a una mujer que ambas conocemos. Mi interlocutora la veía básicamente como el ejemplo a NO seguir: pasa los 30 años de edad, no está casada, no tiene hijos/as y «con esa vida tan amargada, seguro que ni novio tiene.» Me decía, convencida desde lo más profundo de su ser, que ella pensaba casarse alrededor de los 23 años y tener hijos/as casi de inmediato.

Lo triste de la situación es que no es ella la única que piensa así. La mayoría de la gente con la que me he topado me ha dicho cosas similares.

No estar casada (con un hombre, obviamente, ¿cómo se nos ocurre pensar que puede ser con una mujer?) y no tener hijos/as no es nada malo... cuando una tiene 20 años. A partir de los 25, ya tiene que estar desesperada por que eso se realice, ¡si es el sueño de toda mujer! Más que sueño, es su función en la vida.

El querer buscarse alguna alternativa a este modo de vida (matrimonio) convierte a la mujer en paria. Puede, si quiere, estudiar y trabajar. Pero necesariamente tiene que sumar la responsabilidad maternal a todo lo que ya la está agotando. De lo contrario, su vida no es plena. Es obvio que la mujer sola vive de mal humor «porque no tiene un tipo al lado.»
Digo: las casadas (con hombres) que todo el día se quejan de sus maridos, ¿viven de buen humor? Las solteras que se dedican a la actividad que desean, cuando quieran, cuanto quieran y como quieran, ¿son infelices porque mandan en sus propias vidas? Creo que el promedio de mi sociedad (promedio al cual me enorgullezco de no pertenecer, sin importar cuán engreída suene al decirlo) tiene una visión o errónea o muy pequeña de la realidad de cualquier persona que se escape a los modelos que su mente conoce.

Puede ser también que la mujer soltera sí piense en dejar de serlo algún día, pero que no esté apresurada. Es una idea muy loca, ¿no es verdad? Dijo mi interlocutora: «ya tiene más de 30 años, es vieja.» Y pensó además: «es muy vieja. Ya no va a encontrar a nadie que quiera casarse con ella y va a tener a sus hijos/as a una edad muy avanzada.»
¿En serio cree que tener 30 años es ser vieja? Tonta pregunta. Claro que cree eso. Cree, tal vez, que una a los 28 ya es vieja.
Y si nadie se quiere casar con una, ¿qué importa? ¿Se va a caer el mundo? Además, ¿quién le asegura a la que se casó a los 22 que la persona con la que se casó la va a soportar toda la vida?
La verdad es que alrededor de esa edad (30, cuando se ha perdido toda juventud, según mucha gente) una puede estar en la cima: una mezcla de juventud con madurez que hace de esta mujer supuestamente vieja, triste y sola una verdadera gema. Para mí, una mujer que decide salirse de lo estándar y que «le chupe un ovario»* lo que los demás (mejor dicho, lo que LAS demás) piensen de ella es una mujer valiosa y admirable.

Y es así, parcialmente, la presión que sufrimos las mujeres por parte de otras mujeres. Tenemos que estar siempre hermosas, ser siempre jóvenes y felices (la felicidad se consigue casándose con un hombre y criando hijos/as con él). Dejando por un rato la ironía, no digo tampoco que no sea posible acercarse a la felicidad siguiendo el modelo más tradicional o haciendo algo que se le parezca, pues es absolutamente posible.

Cada camino tiene siempre sus ventajas y desventajas. Lo importante es hacer un balance y optar por el que más nos atraiga y menos nos perjudique y de respetar a quienes no eligen el mismo.


*le chupe un ovario: feminización de la frase «me chupa un huevo,» que coloquialmente es pronunciada por hombres con el sentido de «no me importa» y en donde «huevo» adquiere el significado de «testículo.»

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