domingo, 21 de febrero de 2010

Lo que nos hacemos

No es novedad la existencia de tendencias autodestructivas en las personas. No es algo de este siglo realmente, la raza humana siempre ha adorado verse a sí misma en decadencia. Pero en esta época todo lo que hagamos tiene mucha más notoriedad, y el escándalo que se pueda armar al respecto es más grande.

Un caso concreto, para ilustrar la idea, es el de los desórdenes alimentarios. Llegué a conocer a una chica que padecía de uno. Ella me comentó que la bulimia la ayudaría a conseguir la imagen que deseaba tener, que sabía lo que hacía. Me dijo que no se trataba simplemente de comer compulsivamente y luego vomitar, sino que ella planeaba todas sus acciones con mucho cuidado, y que la bulimia no era para ella una enfermedad, sino un estilo de vida.

Para cualquiera que la escuchara hablar así, esa chica está totalmente loca. Es verdad, hay un problema mental detrás de sus palabras, pero es un problema al que fue conducida por la gente y sus exigencias estéticas. Y es también un problema que es juzgado como erróneo por la misma gente que lo ocasionó. Esa gente que tan mal califica las palabras de una bulímica empedernida, ¿se califica a sí misma? Porque muchas de las acciones que esa propia gente realiza no son ni mejores ni peores.

Pensémoslo: pasar todas las noches del fin de semana en una discoteca con música alta, beber grandes cantidades de alcohol, dormir poco, consumir alimentos que no contienen los nutrientes necesarios, tomar mucho sol, ver demasiada televisión, cositas así... ¿no son autodestructivas también? Sí, pero no obstante, pasan desapercibidas en la mayoría de los casos.

Debemos ser conscientes de que es imposible llevar una vida perfecta con hábitos perfectos, y que cuidarnos es muy complicado. Quizá cada persona decide cuál es la mejor manera de arruinar su propio cuerpo. En parte, es razonable, somos dueños/as de nuestros propios cuerpos, lo menos que podemos hacer es escoger qué hacerle. De todos modos, no conviene caer en excesos. Y lo más importante de todo: antes de intentar juzgar y tomar control sobre lo que otra persona le hace a su cuerpo, juzguemos y tomemos control de lo que nos hacemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario