domingo, 6 de noviembre de 2011

A lo tuyo, querido

Llamó un primo hace un rato, el cual, entre otras cosas, dijo: "pero ustedes son todos multimillonarios". Lo dijo con tono bromista, pero en el fondo se notaba que quería hacer notar, dar lástima, con su supuesta miseria.

Sé que lo de "multimillonarios" es una exageración, pero el tipo se hace la idea de que acá somos gente rica. Primero, no lo somos. Segundo, trabajamos todos.

Este caso particular tengo más conocimiento de la persona, por lo que puedo decir que es uno de esos que buscan la causa de sus problemas en los demás y, si no la encuentran, buscan que la gente se compadezca de ellos o menospreciar a otros.

Porque hay gente que sí consigue las cosas mediante su esfuerzo. No soporto la gente que te dice "andamos bien, ¿eh?" sin saber que: a) no es así y b) se sale a trabajar, como todo el mundo. Que por circunstancias personales una tenga problemas menos o más graves que los de los demás, o que se sepa administrar mejor escapa de las manos de una.

Es muy difícil para nuestra sociedad simplemente aceptar que hay gente que trabajó y fue retribuida por eso. Siempre es "se la chupó al gerente" o "el dueño es su pariente". Siempre hay comentarios por el estilo cuando alguien mejora su situación económica.

Otra explicación es que acá abunda la gente que consiguió todo lo que tiene por chonguismo, pero eso no quiere decir que no sea posible tener éxito esforzándose y organizándose bien. Pero darme cuenta de todo esto me reafirma en la postura de trabajar y no meterme en quilombos. Porque no sabés qué problemas puede tener la otra persona y otra persona no puede saber qué dramas personales tenés vos. Me parece muy importante enfocarse en el trabajo propio y no andar metiendo cizaña en contra de los demás.

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