lunes, 12 de octubre de 2009

Cuitas y risas del siglo XXI

Pese a haber nacido en la última década del siglo XX, me siento enteramente una hija del siglo XXI: un siglo lleno de posibilidades que no parecen tener límite (y eso que recién está comenzando). En este siglo florece la variedad, la hermosa variedad.
El XXI es también un siglo en el que, en el momento menos esperado, puede surgir una anécdota insólita, sea una cuita o sea una risa (en esta época nunca se sabe qué puede suceder).

Admito que desde hace meses miraba los blogs tanto con deseo como con miedo. Sentía deseo de tener uno, de utilizar este nuevo medio de expresión. Pero también sentía miedo de quedarme sin nada que decir o de estar exponiéndome demasiado. Decidí, finalmente, arriesgarme (en este siglo, debemos atrevernos a todo).

Intentaré demostrar que siempre hay algo que decir, aunque sea algo inútil, acerca de cualquier suceso, aunque sea un suceso para nada interesante.

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